14 Mar ENCERRADOS CON LORCA
El doce de marzo tendríamos que haber estrenado en Palencia a vueltas con Lorca. Digo estrenado porque aquí va el espectáculo como tendrá que ser a partir de ahora en su versión completa de puesta en escena. Hemos añadido un vídeo y podríamos seguir creciendo en materiales e instalaciones pero no vamos a seguir por ese camino. Nos oponemos a crecer si a cambio tenemos que encarecer el precio, aumentar la logística, llevar un séquito de técnicos con nosotros y duplicar gastos. Los teatros quieren un gran espectáculo pero no pueden pagar mucho. Estamos en las distopías. Y yo prefiero ser accesible a lugares pequeños, ayuntamientos que no pueden acceder a determinados productos por presupuesto. Quiero, como La Barraca, llegar a todas las plazas de todos los pueblos del país. Eso sería más que un sueño, un broche de oro para un actor que se va retirando.
Saltó la alarma de esta peste, una de tantas, no nos engañemos, y Palencia se pospone, y todo se pospone y quedamos quietos en casa leyendo, haciendo comidas, lavándonos las manos y sin comprar papel higiénico. Muy atentos a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
La situación es novedosa para nosotros, hacía tiempo que no venía una peste a Tebas. Pero esto es falso, la Esfinge ya estuvo hablando con Edipo repetidas veces: el sida, el évola, la aviar, la porcina, la limanbroder, los recortes, la política, todas ellas han matado gentes como la guillotina de París. Me falta alguna seguro, y algunas de ellas más letales. Algún día sabremos alguna verdad de este virus y porqué se propaga de esta manera; tanto el contagio como la histeria. Yo no me fío de estas cosas, siempre hay algo detrás que nunca llegamos a saber del todo, máxime cuando el mundo está gobernado por tiranos sin escrúpulos en estas democracias tan «desarrolladas» como dicen. No me fío pero me adapto. Aprovecho para darme la vuelta, para parar y ver que la corriente que nos lleva no es tan poderosa como nos hacen creer, que se puede parar, girarse y mirar atrás. Y de improviso me invade una sensación de alivio que inflama el pecho y me llega a los pies, y siento que piso la tierra.
Recuerdo que en el colegio, yo estudié en los curas, teníamos una semana al año para meditar, no se podía hablar, ni se estudiaba, ni se hacían cosas de provecho. Aquello nos fastidiaba mucho pero ahora reconozco lo importante que era para mí parar.
Y aquí viene Lorca de nuevo. Releo «Diván de Tamarit» y «Sonetos del amor oscuro» y veo un poeta maduro que se pone ante el espejo; a vueltas con su yo, ese yo tan existencial, a vueltas con el amor también, puro, ideal platónico. Amores imposibles de una ternura enorme, de un enorme corazón sangrante, de esa homosexualidad amordazada que habría querido expresarse en libertad.
Ese momento, esa España, tenía su peste particular y se adaptó; tan bien lo hizo, que creo que toda esa represión construyó un poeta panteísta con un misterio oculto como todos los misterios, como el río Darro, tanto más oculto cuanto mas bello. Y lleno su carcag de flechas que a todos nos traspasaron sin necesidad de ser entendidas. Leer a lorca, escudriñar sus misterios es leer «nos», escudriñar » nos» en nuestros misterios. La vida si no es un misterio es una bazofia. Y la muerte tan presente estos días. ¿Cómo no buscar amparo en los sabios que tuvieron el valor de mirarse donde hoy nosotros tenemos que mirarnos y encontrar el consuelo de un camino andado?
Días de reflexión, días de peste, días de ayuno, días de yo con los demás. No hay mal que por bien no venga. Cuídense y cuiden de los suyos.
Ah! Lo más importante; gracias a los sanitarios, nuestros héroes contemporáneos. Mil besos para ellos, salud. OS.
Maribel C. M.
Posted at 20:19h, 16 marzo«SI pudiera llorar de miedo en una casa sola,
si pudiera sacarme los ojos y comérmelos,
lo haría por tu voz de naranjo enlutado
y por tu poesía que sale dando gritos.
Porque por ti pintan de azul los hospitales
y crecen las escuelas y los barrios marítimos,
y se pueblan de plumas los ángeles heridos,
y se cubren de escamas los pescados nupciales,
y van volando al cielo los erizos:
por ti las sastrerías con sus negras membranas
se llenan de cucharas y de sangre
y tragan cintas rotas, y se matan a besos,
y se visten de blanco.
Cuando vuelas vestido de durazno,
cuando ríes con risa de arroz huracanado,
cuando para cantar sacudes las arterias y los dientes,
la garganta y los dedos,
me moriría por lo dulce que eres,
me moriría por los lagos rojos
en donde en medio del otoño vives
con un corcel caído y un dios ensangrentado,
me moriría por los cementerios
que como cenicientos ríos pasan
con agua y tumbas,
de noche, entre campanas ahogadas:
ríos espesos como dormitorios
de soldados enfermos, que de súbito crecen
hacia la muerte en ríos con números de mármol
y coronas podridas, y aceites funerales:
me moriría por verte de noche
mirar pasar las cruces anegadas,
de pie llorando,
porque ante el río de la muerte lloras
abandonadamente, heridamente,
lloras llorando, con los ojos llenos
de lágrimas, de lágrimas, de lágrimas.
Si pudiera de noche, perdidamente solo,
acumular olvido y sombra y humo
sobre ferrocarriles y vapores,
con un embudo negro,
mordiendo las cenizas,
lo haría por el árbol en que creces,
por los nidos de aguas doradas que reúnes,
y por la enredadera que te cubre los huesos
comunicándote el secreto de la noche (…)»
(Fragmento de Oda a Federico García Lorca por Pablo Neruda)
La poesía nos guía, nos inspira, nos alienta,
nos sana… nos salva, máxime en estos días inciertos.
Con la confianza de que todo vuelva a la normalidad
lo antes posible, os envío ánimo y fuerza.
Cuidémonos entre todos.
Un abrazo en forma de letras.